El psicólogo escolar como mediador de conflictos: una visión integral desde la práctica

Introducción

 Los conflictos dentro de los centros educativos son situaciones inevitables que forman parte de la convivencia diaria. Pensar en una escuela sin conflictos sería imaginar un espacio donde no existen diferencias, y eso es imposible cuando hablamos de personas que piensan, sienten y actúan de maneras distintas. Sin embargo, lejos de ver los conflictos como un problema a eliminar, considero que son oportunidades para crecer, aprender y fortalecer las relaciones. Desde mi rol como futura psicóloga escolar, entiendo que mi tarea no será evitar los conflictos, sino acompañar su gestión de manera saludable, buscando que cada situación de tensión se transforme en un aprendizaje para toda la comunidad. En este ensayo, quiero compartir mi visión personal sobre los conflictos en el ámbito educativo, integrando los conceptos que hemos trabajado y reflexionando sobre cómo me gustaría abordarlos en mi práctica profesional

Desarrollo

Entiendo el conflicto como una situación de desacuerdo entre dos o más personas que tienen intereses, necesidades o puntos de vista diferentes. En las escuelas, los conflictos aparecen de muchas formas: entre estudiantes, entre docentes, o incluso entre familias y personal administrativo. Lo que realmente define a un conflicto no es solo la diferencia que existe, sino cómo se maneja esa diferencia. Desde mi mirada como psicóloga escolar, creo que el conflicto no debe verse como algo negativo. Al contrario, cuando es abordado de manera respetuosa y creativa, puede ayudar a fortalecer vínculos, aclarar malentendidos y promover la empatía.

Tipos de conflictos y sus características:

En el ámbito educativo, he identificado tres tipos de conflictos principales:

● Los conflictos interpersonales:  que son los más comunes y ocurren entre dos o más personas, como estudiantes que discuten por desacuerdos o docentes que no logran coordinarse.

● Los conflictos intrapersonales, que suceden dentro de la misma persona, como cuando un estudiante se siente inseguro sobre cómo actuar frente a la presión de sus compañeros.

● Los conflictos grupales, que afectan a varios integrantes de la comunidad, como sucede cuando dos grupos de estudiantes rivalizan constantemente.

Origen y surgimientos y desarrollos de los conflictos, modelos y etapas en cada uno:

Los conflictos no aparecen de un día para otro; suelen seguir un proceso que podemos observar con atención. Como futura psicóloga escolar, he visto cómo primero hay señales pequeñas: miradas incómodas, comentarios sarcásticos, actitudes de distancia. Si esas señales no se atienden, el conflicto crece y se intensifica. Aquí como futura psicóloga  escolar tengo un rol fundamental: intervenir antes de que el conflicto escale y buscar espacios de diálogo.

Los conflictos surgen cuando las personas tienen metas, creencias o necesidades incompatibles. Pueden ser interpersonales, como una discusión entre dos amigos, o intrapersonales, como cuando no sabemos qué decisión tomar.

Existen modelos como el de Thomas-Kilmann, que describe cinco formas de manejar un conflicto: competencia, colaboración, compromiso, evasión y acomodación a continuación le defino cada uno:

● Competencia: Buscar ganar a toda costa, como cuando uno impone su idea en una reunión.

● Colaboración: Trabajar juntos para encontrar una solución que beneficie a ambos, como unir ideas para un proyecto.

● Compromiso: Ceder un poco para llegar a un acuerdo, como elegir un restaurante que a ambos les sirva.

● Evasión: Evitar el conflicto, como alejarse para no confrontar un problema.

● Acomodación: Ceder completamente por la paz, como aceptar la elección de película del otro sin que te guste mucho.

Cada estilo tiene su momento dependiendo del contexto.

El proceso del conflicto tiene varias etapas:

1. Percepción: Nos damos cuenta de la diferencia o problema. Ejemplo: un compañero de trabajo no está cumpliendo con su parte del proyecto.

2. Escalada:Las emociones aumentan y la tensión crece (Ejemplo: empiezas a sentir frustración porque el compañero sigue sin colaborar).

3. Crisis: El conflicto llega a su punto máximo. Ejemplo: discute abiertamente con tu compañero.

4. Desescalada: Se buscan soluciones. Ejemplo: se habla con él para aclarar malentendidos y encontrar un acuerdo).

5. Post-conflicto: Se evalúa el impacto y cómo manejar la relación de ahí en adelante. Ejemplo: después de la charla, la relación laboral mejora.    Como futura psicóloga pienso que es clave gestionar bien las emociones y la comunicación, porque los conflictos pueden ser una oportunidad para crecer y fortalecer relaciones.

6.  

Causas y consecuencias de los conflictos:

Los conflictos escolares tienen causas muy variadas. Algunos surgen por problemas de comunicación, otros por diferencias culturales o por normas que no están claras. También hay conflictos que se originan fuera de la escuela, como situaciones familiares difíciles, que terminan impactando en el comportamiento de los estudiantes. Si no se atienden, los conflictos pueden generar consecuencias negativas, como ambientes tensos, bajo rendimiento académico o incluso violencia. Pero si se trabajan de manera adecuada, pueden dejar consecuencias positivas, como estudiantes que aprenden a expresar sus emociones, docentes que se comunican mejor y comunidades educativas que confían más unas en otras.

Factores que condicionan la aparición de conflictos en los centros educativos  y cómo manejarlos

Hay muchos factores que aumentan la posibilidad de que surjan conflictos en una escuela.

Por ejemplo, la falta de comunicación efectiva, las diferencias culturales, las emociones no gestionadas y las reglas poco claras. Como futura  psicóloga escolar, mi propuesta es trabajar desde la prevención. Esto significa ofrecer talleres para estudiantes sobre habilidades sociales, acompañar a los docentes en estrategias de comunicación asertiva y generar espacios de encuentro donde las familias puedan expresar sus inquietudes

Procesos y mecanismos de gestión de conflictos y el manejo de conflictos en los centros educativos.

Para que los conflictos se gestionen de manera efectiva en una escuela, necesitamos herramientas claras. Una de las que más me interesa aplicar es la mediación escolar, donde las mismas personas involucradas, acompañadas por un mediador, pueden dialogar y buscar soluciones justas. También considero fundamental ofrecer espacios de consejería individual para quienes necesiten apoyo emocional, así como trabajar con grupos cuando el conflicto afecta a varios miembros de la comunidad. Además, me gustaría implementar protocolos de actuación para que tanto docentes como estudiantes sepan qué pasos seguir ante un conflicto.

Conclusión

El conflicto es inevitable en cualquier espacio donde convivimos personas diferentes, y la escuela no es la excepción. Como futura psicóloga escolar, asumo el compromiso de acompañar estos procesos, no solo para resolver las tensiones que aparezcan, sino para ayudar a prevenirlas y transformarlas en aprendizajes valiosos. Mi enfoque estará puesto en escuchar, mediar y proponer estrategias que permitan que cada conflicto sea una oportunidad de crecimiento. Creo firmemente que si trabajamos juntos, docentes, estudiantes, familias y profesionales, podemos construir comunidades educativas más sanas, solidarias y preparadas para afrontar los desafíos que la convivencia nos presenta cada día.