"Facilitando el cambio: el rol del psicólogo escolar frente al conflicto"
El conflicto en el ámbito educativo: una oportunidad para crecer
Introducción
El conflicto, entendido como un desacuerdo entre personas con diferentes intereses, ideas o necesidades, es algo bastante común en el entorno escolar. En la escuela convivimos personas con formas distintas de pensar, sentir y actuar, lo que puede generar tensiones o desacuerdos. Sin embargo, si se manejan de forma adecuada, estos conflictos pueden transformarse en valiosas oportunidades de aprendizaje, fomentando una mejor convivencia, el desarrollo de habilidades sociales y un ambiente más armonioso.
Los conflictos escolares pueden presentarse entre estudiantes, entre docentes y alumnos, o incluso entre familias y el personal educativo. Cuando no se resuelven correctamente, pueden afectar el rendimiento académico, las relaciones y el clima escolar. Por eso, es fundamental que las escuelas cuenten con estrategias claras para gestionar los conflictos de manera constructiva, promoviendo el diálogo, el respeto y la empatía entre todos los miembros de la comunidad educativa.
Desarrollo
Tipos de conflictos en el entorno escolar: Los conflictos en la escuela se pueden clasificar en varios tipos según quiénes estén involucrados y el origen del problema:
Conflicto intrapersonal: Es el que una persona tiene consigo misma. Por ejemplo, cuando un estudiante se siente inseguro, tiene dudas sobre lo que se espera de él o se estresa por las exigencias escolares.
Conflicto interpersonal: Sucede entre dos o más personas, como cuando hay desacuerdos entre compañeros, entre estudiantes y docentes, o incluso entre padres y profesores.
Conflicto grupal: Aparece cuando hay tensiones entre grupos, ya sea entre cursos, equipos de trabajo o entre distintos sectores del personal educativo.
Conflicto estructural: Tiene que ver con las normas, la organización o las políticas institucionales. Un ejemplo es cuando los estudiantes sienten que hay reglas injustas o tratos desiguales.
En mi experiencia, estos tipos de conflicto pueden surgir por muchas razones. A veces basta con una mala comunicación o una diferencia de expectativas para que se desencadene un problema. Por eso, es clave observar, escuchar y actuar a tiempo.
Origen y desarrollo de los conflictos: En las escuelas, los conflictos suelen originarse por diferencias en valores, intereses, formas de comunicación o malentendidos. A medida que no se resuelven, los conflictos pueden pasar por varias etapas:
1. Inicio: Se presenta una diferencia o una situación que causa malestar. Puede ser una discusión, una actitud negativa o una queja.
2. Escalada: Si no se aborda, la tensión crece y se intensifican las emociones. Surgen actitudes defensivas o agresivas.
3. Punto crítico: Aquí es cuando el conflicto alcanza su momento más tenso. Puede haber confrontaciones verbales o físicas.
4. Resolución o ruptura: Si se maneja adecuadamente, se puede llegar a un acuerdo o entendimiento. Si no, puede terminar en distanciamiento, resentimiento o consecuencias más graves.
5. Postconflicto: Es una etapa que permite reflexionar, aprender de lo ocurrido y fortalecer las relaciones y valores como la empatía y el respeto.
Desde mi mirada como futura psicóloga escolar, creo que intervenir a tiempo y con sensibilidad puede marcar la diferencia. Si se promueve el diálogo desde el inicio, se puede evitar que el conflicto escale.
Modelos para el manejo de conflictos: Existen diversos enfoques que ayudan a abordar los conflictos de forma estratégica. Entre los más destacados están:
Modelo Harvard: Se basa en la negociación y la búsqueda de soluciones justas. Se identifican los intereses de ambas partes y se llega a acuerdos basados en criterios objetivos.
Modelo Dual: Plantea que las personas enfrentan los conflictos de distintas formas: evitando, cediendo, compitiendo, comprometiéndose o colaborando. Elegir la mejor estrategia depende del contexto.
Modelo Sistémico: Ve los conflictos como parte de un sistema. En vez de centrarse solo en el problema puntual, analiza todo el entorno escolar para buscar soluciones de raíz.
Estos modelos permiten no solo resolver los conflictos, sino también prevenirlos, transformando la convivencia escolar.
Causas frecuentes de conflictos en la escuela: Algunas de las más comunes son la falta de comunicación, normas poco claras, diferencias culturales, presión académica, trato desigual o dificultades familiares. Todo esto puede generar tensiones y malestar si no se atiende.
Consecuencias: Un conflicto mal manejado puede generar un clima tenso, baja motivación, problemas de disciplina y deterioro de las relaciones. Pero bien abordado, puede fortalecer el trabajo en equipo, la empatía y la resolución pacífica de problemas.
Factores condicionantes: Aspectos como el acoso escolar, la exclusión, la falta de pertenencia o problemas familiares influyen directamente en cómo se vive y se maneja el conflicto en la escuela. Por eso, es importante tener una mirada integral y comprender lo que hay detrás de cada situación.
Procesos para manejar los conflictos: Algunas estrategias clave son la mediación escolar, el fomento de la comunicación asertiva, programas de educación emocional y la intervención temprana. También es esencial formar a docentes, estudiantes y familias en habilidades socioemocionales.
Desde mi rol como futura profesional, creo que el enfoque debe ser preventivo y formativo. No se trata solo de apagar incendios, sino de construir una cultura escolar basada en el respeto, la participación y la convivencia positiva.
Conclusión:
Los conflictos son inevitables, pero su impacto dependerá de cómo se manejen. Si los vemos como oportunidades de crecimiento, podemos fortalecer los vínculos y crear entornos escolares más saludables. Gestionar los conflictos desde una perspectiva educativa no solo resuelve problemas, sino que también forma ciudadanos más empáticos y responsables.
Referencias bibliográficas:
García, M. (2006). El conflicto en las aulas: Estrategias de resolución y mediación. Editorial Narcea.
Cruz, M. (2011). La resolución de conflictos en el contexto educativo. Editorial Pearson.
Kreitler, S. (2000). Psicología del conflicto y su resolución en el ámbito educativo. Editorial McGraw-Hill.
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